Ya llegan, ya están aquí. Tanto tiempo deseándolas, añorándolas… Tantas cosas pendientes hasta que llegasen…
¡Vacaciones!
¡Tiempo de cambio! ¡tiempo de relax! ¡tiempo de olvidarse de algunas cosas y retomar otras olvidadas!.... ¡cuántas cosas se dicen sobre las vacaciones! ¡Cuántos planes! ¡Cuántas cosas “aparcadas” hasta su llegada!
Las vacaciones llegan… y se van, como todo en esta vida. Llegan con alegría (aunque no, en demasiadas ocasiones, con cierta presión para los que “se nos agolpan las cosas al final”) y, tras un tiempo, casi siempre “demasiado corto”, se van…
Tratemos de recordar nuestras últimas vacaciones…
En un ejercicio de memoria…. las anteriores… y, ya, si queremos rizar el rizo…. Las del 2006, 2005….
¿Cómo fueron? ¿qué esperábamos de ellas antes de que llegasen? ¿qué “sabor” nos dejaron cuando se marcharon? ¿Como fue “nuestro aterrizaje” al volver? ¿Queremos repetir experiencias semejantes? ¿Queremos cambiar algo?
Los que ya me vais conociendo sabeis que tengo, entre otras, dos “herramientas” que me encanta utilizar cada vez que puedo: “Objetivo” y “Diccionario”. La primera porque… si no se a dónde voy… (seguro que casi nadie emprende las vacaciones sin saber a dónde le lleva ese avión, ese coche…) y la segunda porque ¡cuántas veces empleamos palabras sin saber exactamente lo que significan! lo que da lugar, con frecuencia a discusiones y polémicas, cuanto menos, estúpidas.
¿qué dice el diccionario?
vacación.
(Del lat. vacatĭo, -ōnis).
1. f. Descanso temporal de una actividad habitual, principalmente del trabajo remunerado o de los estudios. U. m. en pl.
2. f. Tiempo que dura la cesación del trabajo. U. m. en pl. …
Es decir: “alejamiento de la actividad habitual” y “Descanso”
Respecto a los objetivos me gustaría hacer algunas reflexiones que espero os ayuden en el planteamiento de estos días tan esperados:
¿Qué objetivos os habéis marcado para estas vacaciones?
Los que me habéis escuchado en mis cursos de Gestión del Tiempo seguramente os acordareis de esa manía mía de decir que “somos unos esquizofrénicos” (con perdón). Siendo así, siendo que tenemos múltiples facetas, es el momento de dedicar especial atención a todas aquellas que hemos tenido más descuidadas durante este largo periodo “laboral”, es el momento de pensar en ellas y no de “dejarse llevar” sino de cuidarlas, especialmente de disfrutar intensamente haciéndolo!
¿Qué objetivo nos hemos marcado, qué vamos a hacer “a nivel espiritual o trascendental”? (si es que tenemos esas inquietudes)¿conocernos mejor? ¿”relajar” nuestra mente? ¿lectura? ¿reflexión? ¿meditación? ¿análisis?...
¿Qué objetivo nos hemos marcado, qué vamos a hacer a “nivel pareja”? (si la tenemos) ¿comunicación? ¿qué vamos a compartir? ¿análisis? ¿sentimientos? ¿proyectos vitales? ¿simplemente disfrutar ese tramo del camino?...
¿Qué objetivo nos hemos marcado, qué vamos a hacer a “nivel de hijos”? (si es que los tenemos) (recordemos aquí que ellos también necesitan ese periodo de “vacación”) ¿Qué aspectos “trabajaremos” con ellos? ¿comunicación? ¿profundizar en sus inquietudes? ¿formación? (y no me refiero a las matemáticas? ¿compromiso? ¿valores? ¿intimidad? …
¿Qué objetivo nos hemos marcado, qué vamos a hacer en cuanto a nuestras aficiones? (es probable que sea a esta faceta a la que más tiempo hayamos dedicado a la hora de planificar)
¿Qué objetivo nos hemos marcado, qué vamos a hacer a nivel de amigos?
¿Nos hemos marcado algún objetivo a nivel de compromiso social?
…
¿Qué objetivo nos hemos marcado, qué vamos a hacer a nivel de TRABAJO? ¡Cuidado aquí! A veces esta es una de las principales amenazas:
Nuestra mente “se queda” en el trabajo y, como CEO´s, aunque parezca lo contrario, ¡no podemos permitirnos ese lujo! Nuestra empresa, nuestros colaboradores requieren que nos olvidemos, que despejemos nuestra mente, que la limpiemos, que, a la vuelta, estemos frescos y recuperados para poder volver a rendir por encima del 80% (seamos honestos y olvidemos el mito del 120%) para analizar correctamente toda la información, para tomar las decisiones adecuadas y, no olvidemos tampoco, para tener un tono emocional de base que nos permita ver y tratar a nuestros colaboradores desde ese fundamental “aspecto humano”
Nos olvidamos de que nuestros colaboradores también están de vacaciones y, sin embargo, les interrumpimos, les llamamos… ¡Por favor!!!
En las vacaciones sólo está permitido meter el trabajo (parta ti, o para tus colaboradores) “por causa realmente grave” y viene a cuento aquí una anécdota sobre Sir Winston Churchill que no se si es real o no, pero que posiblemente ayude a entender.
Al parecer Sir Churchill se echaba la siesta unos minutos (¡Hombre sabio1) y decía a sus colaboradores que no le despertasen “salvo causa realmente grave” añadiendo: “considero una causa realmente grave que un alemán ponga su bota en las islas británicas”
Por favor, olvidaos al 100% del trabajo y pensad a fondo en el resto de vuestras facetas, dadlas su tiempo, mimadlas, disfrutadlas… ¡es el momento de dedicaros al 100% (ahora sí) a vosotros y a todo aquello (y todos aquellos) que habeis elegido para acompañaros en el camino de la vida!
Os espero, relajados y con toda la energía disponible para afrontar todos los retos, al regreso. Yo volveré a haceros llegar mis reflexiones a partir del día 24.
¡Felices y productivas vacaciones!
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