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La Paz del Líder como clave del futuro de la Empresa

En los momentos de mayor tensión, en los momentos más difíciles y complicados es precisamente cuando el CEO debe estar más calmado, más relajado, con más Paz.

El CEO es el referente para toda la Organización.

Es evidente que del CEO se espera una cierta “tensión”, una “tensión” basada en la fuerza, en la seguridad, en la claridad de ideas, en la presteza para tomar en todo momento las decisiones adecuadas sin mayor dilación de la estrictamente necesaria, esa tensión que se ve en los músculos del leopardo un instante antes de dar el salto, pero esa tensión, esa fuerza deben emanar de la calma. No se pueden tomar decisiones importantes cuando la tensión es “ansiosa”; no se puede decidir ni dirigir eficazmente desde una situación que no sea de “Paz Mental”

Lo que es aún más importante, la percepción de la Ansiedad en el Líder tiene efectos muy perjudiciales para toda la Organización.

El estado emocional del líder es una variable fundamental en el éxito de las Organizaciones, tanto por él mismo como por lo que tiene de referencia para el resto del equipo.

Desde el punto de vista del propio Líder, si su estado emocional no es tranquilo, relajado, positivo, se hace difícil mantener un sistema de análisis que trate toda la información necesaria de manera neutra y objetiva para tomar decisiones que, realmente, tengan perspectiva, además de los efectos más o menos importantes que tiene sobre sus capacidades de percepción y comunicación.

Desde el punto de vista de la Organización la ansiedad y el estrés excesivo crean un substrato nocivo que dificulta la comunicación eficaz ya que aparecen los prejuicios, dificultando la claridad tanto de lo que se dice como en el entendimiento, lo que incide inevitablemente en la productividad, la calidad del trabajo y, por tanto, los resultados.

Lo que es más importante, esa misma tensión, si no se controla, si no se frena, se realimenta y hace las cosas cada vez más complicadas.

Es responsabilidad de los directivos y, fundamentalmente, de quien está en la cúpula de la Organización mantener la calma y, a partir de ahí, de esa calma lógica, potente, de esa calma sin dudas, de esa calma del liderazgo real de quien sabe lo que quiere y sabe que está haciendo lo necesario para conseguirlo, hacer que emane hacia todos los demás.

Es misión del CEO, por tanto, transmitir calma a toda la organización sin perder la tensión necesaria para responder con eficacia. El CEO, sin ocultar la realidad, debe transmitir que se mantiene el control, que se está haciendo todo lo posible y necesario.

Esa calma, esa paz, esa tranquilidad consolidada que emana desde arriba da una gran Paz en toda la Organización, una tranquilidad que posibilita que, aún siendo conscientes de que se está en situación amenazante mantenga el control haciendo que, en su caso, los daños sean mínimos. Ese mantener el control da tranquilidad, da mayores garantías de éxito, aumenta la productividad y asienta sobre bases más firmes el futuro.

Pero… ¿Cómo se hace? ¿Cómo se consigue esto de manera eficaz?

Como ya he dicho en otras ocasiones “no nos han enseñado las cosas más importantes” y otra de esas cosas que no nos han enseñado ha sido a mantener esa Paz, esa tranquilidad, esa calma.

Es posible que hayamos leído, escuchado y hasta estudiado algo sobre el estrés o la ansiedad. Es hasta posible que hayamos atendido a consultas o charlas de terapeutas o psicólogos, que hayamos escuchado y hasta practicado algo de respiración, relajación o meditación. Es posible que hasta algo de esto estemos aplicando.

Lo importante es que todo ello, para ser eficaz desde el punto de vista empresarial, debe estar integrado, encuadrado dentro del planteamiento estratégico de la función del Líder, en el objetivo fundamental del CEO que es dirigir su empresa, sin dudas, hacia su Misión, gestionando eficazmente los recursos pero, sobre todo, las actitudes de las personas.

No es suficiente que él pueda relajarse en un momento dado sino que tiene que hacer que ese estado se consolide y emane hacia toda la organización y es a eso a lo que no nos enseñan.

Para el CEO es clave tener alguien en quien pueda encontrar la referencia y el apoyo necesarios para conocer y aplicar todas estas técnicas no sólo desde un punto de vista “psicológico” sino desde un prisma integrado que contemple también el prisma estratégico y gerencial. El CEO necesita alguien de extrema confianza que le apoye, le sirva de guía en la adquisición de conocimientos y habilidades, que le de la referencia de avance de manera que, a partir de ahí, le ayude a ser el elemento transmisor, el que manifieste calma, paz, tranquilidad, el que hace sentir que sabe lo que se está haciendo a toda la organización, y todo ello sin perder de vista los objetivos fundamentales tanto a corto, como a medio y largo plazo.

En los momentos de tensión es en los que es más sencillo que “los árboles oculten el bosque” y es ahí donde un soporte externo que ayude a encontrar y mantener la Paz Mental desde una perspectiva holística, a “proyectarse desde el exterior” tiene no sólo una gran utilidad sino hasta un posible valor de supervivencia.

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